Especialista

Por la Psicóloga Elena Lagos

PSICÓLOGA ELENA LAGOS

El enfrentamiento psicológico entre dos especies

La tauromaquia es el enfrentamiento psicológico entre dos especies: humana y animal. Por parte del torero, éste requiere un gran requerimiento físico y psicológico y para ello cuentan con una constante motivación, la concentración. Y más aún necesitan estar más preparados y concentrados cuando se encuentran dentro de la arena y hacer frente no solo al toro, sino también a todas esas emociones que se descubren en el momento de torear.

Las situaciones de desafío ante un toro en una plaza totalmente llena de público, donde el resultado obtenido y las consecuencias, pueden determinar el presente y el futuro del torero (valoración social, autoestima etc.), generan en él estados de ansiedad que es preciso controlar. La mayoría de toreros, cuando se tienen que enfrentar en corrida, sienten en mayor o menor grado un estado de nerviosismo, que puede aparecer incluso días antes de la corrida, y que, influirán en su rendimiento psicológico.

Se conoce también que una corrida de toros sirve para descargar todo tipo de sentimientos, sea negativo y agresivo o cualquier otro. Eso es normal. Pero también existen otras opciones inofensivas para una descarga de tensión (como el deporte) evitando así cualquier sufrimiento de un animal.
Los toros son un símbolo casi religioso de la lucha entre el bien y el mal. El toro representa el mal. Fiestas religiosas no deben ser usadas para reducir a los animales a un simple símbolo.

Todavía no se ha estudiado la psicología del público de toros. Y es uno de los temas más interesantes y polémicos. El público de toros tiene un espíritu contradictorio y complicado: es sensitivo y cruel; inhumano y compasivo; osado y cobarde. La gente admira lo que ella es incapaz de hacer. No cualquiera se para frente a un toro. Y como entre las cosas que no son capaz de hacer está la de jugarse la vida con una bestia, por eso admiran al torero. Y lo admira porque comprende su sacrificio, su valentía. Este es el origen del culto a todos los héroes nobles, que son nobles no por su difusión en el pueblo sino porque los hace el pueblo. Por eso lo glorifica hasta convertirlos en ídolos y siente por ellos un gran respeto.